Internet se ha convertido en el mayor expositor y en la mejor manera de vender productos del mundo, un mercado capaz de llegar a cualquier rincón del planeta, abierto las 24 horas del día, los 365 días del año.
Dentro de comercio electrónico, que, como vemos cada día, está viviendo una época de plena expansión y desarrollo, cabe destacar el negocio de la venta de juguetes eróticos, uno de los sectores que más ha crecido en los últimos años.
Según datos del Foro de Economía Digital, su crecimiento supera el 25% anual con la venta de artículos estrellas como vibradores, lubricantes o bolas chinas, como los que puedes encontrar en esta web, pasando por lencería o cualquier otro producto erótico que puedas imaginar.
El catálogo tan extenso y variado y las posibilidades que ofrecen los sex shop online, como los de esta web, hace que se hayan convertido en una de las apuestas más seguras para emprender en el área virtual.
Según los datos arrojados por el Foro de Economía Digital, las secciones de los sex shops online como las de esta web reseñada que más asiduos tienen, son las subcategorías de salud y belleza.
Los motivos por los que se explica este fuerte aumento en la venta de productos eróticos se basan en cuatro pilares fundamentales.
El primer lugar, no hay ninguna duda del cambio cultural que está experimentado la sociedad a la hora de hablar de salud sexual, siendo un tema cada vez menos controvertido que despierta interés y curiosidad a partes iguales. Eliminando tabús y abriendo fronteras a la sexualidad.
En segundo lugar, la venta online de estos productos tiene su mejor baza en la discreción y en el anonimato, algo que no se consigue mantener con una tienda física. Aunque antes comentábamos que es cierto que cada vez es un tema que está más normalizado, muchos consumidores prefieren compartir sus preferencias sexuales solo con aquellos de su elección y en la intimidad de sus dormitorios.
En este sentido, todos los sex shops online son muy cuidadosos y garantizan al máximo esta discreción, ya que saben que es su mayor valor, tanto en la entrega (ni siquiera los mensajeros saben qué están entregando en la mayoría de las ocasiones) como incluso en el pago.
En tercer lugar, cabe destacar el asesoramiento personalizado. En cualquiera de estas plataformas de venta de productos eróticos tendrás la posibilidad de obtener asesoramiento personalizado y discreto sobre el uso específico de los juguetes eróticos que en ella se publicitan y se venden, pudiendo resolver cualquier duda que te pueda surgir al respecto de un artículo, despejando incógnitas para elegir finalmente aquel que cumple las funciones que estabas buscando.
Esta resolución de dudas y sentirse totalmente libre para hacer preguntas y despejar incógnitas es algo que, nuevamente, resulta más incómodo de hacer en las tiendas físicas. Así mismo, para poder atender adecuadamente a un cliente sobre un producto íntimo, es necesario que el empleado conozca el producto en profundidad para que pueda transmitir un conocimiento certero y preciso sobre sensaciones, texturas, olores…
Por último, y tal y como ocurre con gran cantidad de productos de venta online, el acceso globalizado es un detonante para impulsar las ventas. En este caso en concreto, en las grandes ciudades es más fácil que los consumidores puedan acceder a un sex shop, pero en los pueblos pequeños o en las zonas rurales es bastante más complicado.
Con los sex shop online, todas estas dificultades geográficas desaparecen, ya que el extenso mercado de los juguetes eróticos está al alcance cualquiera, a tan solo un clic de distancia, las 24 horas del día, los 365 días del año, y con tiempos de entrega de entre 24 y 48 horas.
Cabe destacar en último lugar que, aunque en el resto de los sectores las visitas a las tiendas online desde dispositivos móviles son cada vez mayor, en el caso concreto de los sex shops online es muy superior.
La explicación más común a este fenómeno es que además de seguir el impulso y la corriente que experimentan el resto de las actividades dentro del comercio electrónico, esta se ve reforzada por ese especial interés en mantener el anonimato a través del uso de los smartphones, pues mientras que el móvil suele ser un elemento exclusivamente de uso personal y privado, el resto de los dispositivos, como los ordenadores de sobremesa, portátiles o tablets, suelen ser compartidos por otros miembros del entorno personal o laboral.
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